jueves, 30 de septiembre de 2010

La soledad

"La personalidad demacrada, la sangre en la apuesta,
la burguesía manejando los hilos de mi vida… y mi muerte…
las tremendas ganas de virar el fusil hacia mi superior.


                                                                                 

La tierra tapándome la cara
Entrando en mi boca

La tierra cerrándome los ojos, y mi clase…
Oprimida, envuelta en juego ajeno, hostil.
Dejando mis dolores en buque inglés Canberra."



Unión del FAL y el Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible


"[...]los artistas nos vemos obligados a, como decía Hauser, caminar por rieles pulidos, es decir, que  la expresión se maneja con ciertos códigos del lenguaje que son históricos. Actualmente esos códigos están ampliamente ligados al mercado. Las obras exitosas son las que la ley de la oferta y la demanda disfruta. Entonces quien quiera que sus obras trasciendan[...] está (casi) obligado a producir un arte para el mercado, esto deviene una obra de arte convertida en medio y no en fin. Es decir, ya no la produce el artista para realizarse en ella, la produce el mercado, utilizando al artista como obrero de las ganancias. Este es un claro proceso de inversión en el que las cosas (el objeto) se ponen por encima de las personas (el sujeto).

Además de haber sido encasilladlo como algo inocente, la clase opresora intenta colocar al arte como un ámbito exclusivo al que sólo algunos pueden llegar. El artista es un iluminado alejado de la sociedad, no un trabajador, no un estudiante. Esto sumado a que se quiere que la obra de arte no sirva para nada más que para ser contemplada [...], coloca al hecho artístico por fuera de la totalidad, como algo en sí mismo, desligado e inofensivo. Con una función para pocos, para los que tienen tiempo y dinero.

El FAL (Frente de Artistas en Lucha) tiene una forma bastante distinta de ver el arte o, mejor dicho, de hacerlo. Su tentativa parte del disgusto que provoca el circuito oficial, un circuito que tiene la cualidad de volver a una parte el todo. El arte oficial no es el total del arte, es una fracción organizada del plano de creación actual. Hay arte rebelde, arte subalterno, arte entre el arte dominante. Pero los artistas no alineados al mercado se encuentran dispersos, y ante la hegemonía del contrario esa dispersión es ocultamiento, y el arte oculto es inofensivo. Es por esto que surge el Frente de Artistas en Lucha, como un espacio de creación y de interacción donde lo individual se vuelve colectivo. 
[...]
Pero el FAL no tiene intenciones de crear una nueva estética erudita, vanguardista y revolucionaria, una estética para los convencidos. Sino de poner la estética al servicio de las mayorías, de cambiar la funcionalidad del arte. Pintar paredes y no telas [...]; que el espectador sea parte de la obra, romper con la concepción contemplativa que sólo encuentra obras macizas e impenetrables. Básicamente se trata de organizar al arte para que acompañe de manera activa el proceso de transformación de la sociedad.

Desde HLI hace tiempo que compartimos espacios con el FAL y, de hecho, que nos mezclamos en las prácticas. Esto nos llevó, hace aproximadamente dos meses, a comenzar un debate con el propósito de unirnos como grupos en lucha.[...] Entendiendo a la crítica-Unidad (o Unidad-crítica) como principio básico de toda construcción que pretende la transformación, hemos tomado la decisión de formar parte del mismo grupo para fortalecer ambas prácticas. Es por eso que el FAL se consolidó como Comisión de Arte del Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible.


Estamos muy contentos de haber concretado la Unidad porque entendemos que los esfuerzos aislados son más débiles.[...] Estamos convencidos de que el arte revolucionario tiene una potencia fundamental, por tratarse de una expresión creativa que supera los límites de la materia en sí misma. El arte crítico es un lugar en el cuál la totalidad, por naturaleza, no es la suma de las partes. La sociedad actual tiende a tratar al hombre como un número, como una parte más, sin identidad propia. El arte tiene una fuerte batalla contra el sentido común estandarizante, su poder de impacto y comunicación tiene una deuda con la lucha por la transformación. (1)

(1) Fragmento de la 2° editorial Mamuschka http://mamuschka-hli.blogspot.com